miércoles, 24 de mayo de 2006

En plena faena...

Lo bueno de mi nueva pega es ke nos toca patiperrear harto, sobre todo en lugares campestre de la sexta Región. ¿Y por que? Por ke nos toca revisar los sensores de nivel ke tiene el canal de relave de la minera. Este canal tiene una extensión de 90 km, se inicia aca arriba en la cordillera donde trabajamos y termina en el tranque Carén en Melipilla. Así ke hay mucho ke recorrer para hacer las mantenciones.


Akí toy junto al Jonathan, el alumno en práctica que esta con nosotros. Atras se ve un murito, ese es el canal, y a mi izquerda en la parte superior esta el sensor de nivel ultrasónico (ese fierro oxidado ke se ve). Obviamente adamos con la escalera pa todos lados, asi nos podemos subir arriba del canal, claro ke tenemos ke usar arné para amarrarnos, ya ke el canal (canoa como se le dice por aca) lleva harta corriente y no sería gracia caerse dentro.


Esta es una vista del canal, en ciertos sectores hay plataforma para atraversarlo, pero no siempre los sensores se encuentran aquí. Este sector se llama "Las rosas", claro ke no habia, ni una rosa.


Mi compañero de labores, Daniel Ureta junto al estudiante. Atrás se ve el gabinete con el PLC que recoge los datos de los sensores de nivel (es esa cajita larga de color negro y es como el computador central) y los envia por radio (la caja blanca cuadrada ke se ve) en la bada de los UHF.


Como el relave es una sustancia peligrosa pal ambiente, se han hecho construcciones especiales para llevarlo hasta su destino. En su camino, para el canal de relave, se le han construido puentes, desvios, compuertas. Siempre guardando cuidado de ke no se derrame al ambiente, ya ke de lo contrario kedaria la tendalá...

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