Aró Aró Aró... que pa este 18, del Computador no me paró!

Efectivamente, pa este 18 lo pasé pegado al computador.
¿No se como se puede estar estos cuatro días libre sin hacer nada salvo estar frente a un monitor?, ahora ya lo sé.

Así para el Lunes pasado nos juntamos con mis amigos a jugar. En realidad es para la unica cosa que nos reunimos (no tengo idea cuando estan de cumpleaños, como se llama su papa o mama, o que hacen sus hermano/as, a pesar que nos conocemos durante años!!!). Pensandolo bien, ese es el existir de nuestra amistad: "jugar", sí!, cual fueramos unos niños.

Esta jotito la sacamos en la pasarela que esta aca en el autopista Concepción-Talcahuano, cerca de la Villa Cap, cuando andabamos buscando un lugar pa comer (lugar para comer digo bien, por que en Barrio Norte lo que más hay son lugares pa tomar...). De izquierda a derecha: el Sergio, que vino directamente de Puerto Montt a jugar (se mandó algunos rajasos y ganó algunas partidas, claro que le fue mal con una cita que tenía. Lo siento así es el juego de la vida!), yo (evidentemente me vine de Rancagua a lo mismo, o pensarían que hiba a ira a una ramada a bailar, nica!), el Miguel (compañero de batallas ajedresisticas del Memo, un alumno con harta potencialidad en la estrategia y que pronto superará con creces a su maestro Guillermo) y finalmente el Memo, un hombre totalmente ludico, experto en todo tipo de cosas que hagan perder el tiempo: ajedrez, ludo, brisca, juegos de PC, flippers, cartas magic, malabarismo, café con piernas, etc.

Despúes de estar toda la tarde entre configurando los computadores pa ke si vieran y jugando, nos dio hambre, ya eran cerca de las 9 noche, y no había ninguna parte abierta pa comprarse un completito o unas papitas fritas. Como todo estaba cerrado por ser feriado, no kedó nada más que recurrir a la tradición diesiochera para ke nos salvara del apuro. Como no me interesa mucho celebrar estas fiestas patrias, y solo el hambre mandaba. Partimos a comprar unos anticuchos a las fondas del Parque Ecuador de aca de Concepción.

Nos dimos un par de vueltas por las fondas viendo los juegos de apuestas, los tiro al blanco, el tiro de la argolla. Tanteamos los lugares pal mastique y nos paramos a comer en una cocineria de las que estaban instaladas, pedimos unos par de anticuchos y una caña de chicha de pasas, por que sabor a uva no tenía.

Despúes de comer, y hacer un poco de sobremesa y viendo a la minita que servia y las que pasaban por el local, nos dispusimos a practicar nuestras habilidades folckoricas. El Sergio, se atrevio a tirar las argollas (lo unico que esta tirando por estos momentos no más, jajajajaja) por si le achuntaba a unos billetes (no le achuntó a ni uno). Despúes nos dedicamos al tiro al blanco, claro que pa ganar premio había que achuntarle al medio con las 5 plumillas, el unico que acertó con 2 plumillas fue el Sergio (sin comentarios, y lo estaba pelando lineas arriba).

El juego se lleva en las venas, ¿Y cuando lleguen los casinos, se podran hacer trucos?

Despúes de ese lapsus diesiochero, volvimos a nuestro cubil para seguir deleitadonos con starcraft y warcraft, sufrir en carne propia la derrota y la mofa de los demas de un fin de semana largo bien jugado y chateado. Como decían los grandes filosofos griegos: "Lo importante del juego no es ganar, sino hacer perder a los demas".