miércoles, 15 de noviembre de 2006

Hay mi doctor!!!!!

Bueno esa noche cuando llegué a ConC, no me despegue del baño para nada. Dormí a medias super mal, por lo tanto me levante temprano ese día y partí hacer mis trámites estudiantiles por los cuales había pedido permiso en el trabajo.

Había terminado de salir de la Universidad, y me dieron nuevamente las ganas de ir al WC, pero alcance a llegar a uno y me di cuenta allí ke mi problema se había agudizado. No voy a entrar en detalles por ke no viene al caso, pero ke uno tenga hemorragias estomacales no es nada común. Asi ke partí al toque al doctor.

Humm, Eso!, que doctor?. Preguntando a mi hermano y cuñada, me recomendaron el doctor Urbina. Este doctor había visto a mi abuela, a mi vieja y creo ke a todo Conce. Me dijerón que ra cuatico. Asi que fui a su consulta, me puse a esperar y agarre un libro. Uup, "diario de mi viaje" una cosa asi, no recuerdo bien el titulp. Autor: merardo Urbina, ahhh lo habia escrito el doctor, era un libro un viaje ke hizo al sur, ¿parece ke es cabrón este doctor me dije?.

Despúes de esperar un buen rato, y eso ke era una consulta particular, me llaman pa atenderme.

- Buenas tardes asiento, usted es Pablo Contreras...
- Hola doctor!, si...
-Cuenteme que le sucede...
Bueno ahí le conte todo lo ke me había ocurrido, lo de la comida del casino, lo del baño, lo del bus, en definitiva que me andaba cagando solo...

Asi ke me recomendo hacerme unos examenes, mientras me hacía abrir la boca y sacar la lengua para la revisión de rigor.
- Al parecer usted puede tener Tifus, claro ke eso lo confirmarán los exámanes.
Y eso es grave?, le pregunté de una.
- No si se trata a tiempo..... (típico)

¿Y que son los exámenes?
- De orina, de sangre, de deposiciones y de garganta.
chuuuuu.
- Pero lo vamos a tratar como si fuera tifus, ya que eso es lo más probable que tenga. Así que le recetaré cloramfenicol. ¡¡¿En inyección?!!, le dije. No en capsulas, también necesitará dipirona en supositorios para que le baje la fiebre, ¿sabe colocarselos?.
¿Los supositorios? le pregunté. Pero me autorespondi en el momento: Sí sí, si se colocarmelos (supongo, si es llegar y colocarselos no más).
- Y también le vamos a recetar vitaminas, ¿Le tiene miedo a las inyecciones?.
No, pa naa (en realidad sí).
- Tiene que comer comidas livianas, evite las verduras, tome sopa y harto liquido mientras se repone, tiene que tener dieta de ulceroso.

- Ahhh, no vaya a creer que soy raro, lo digo por el reloj. Agregó el doctor mientras escribía la receta.
¿Por que?, le dije.
- Es que es el reloj de mi primera polola... (debe ser bastante antiguo ese reloj, por que el doctor no es para nada joven, es un tipo de unos 50 cincuenta años). Lo uso de hace tiempo, seguía habando mientras llenaba ahora mi licencia médica.
Yo estaba callado, que hiba a decir...
- En realidad fue un promesa que le hice, ella murio de cancer.
Yo seguía callado (pensaba en el fondo que por muy romántica que sonara la historia yo nika haría eso)

Una vez ke me resetaron los remedios fui a comprarmelos.

Milagrosos los remedios, me tomé el cloramfenicol y me repuse al tiro. Claro que me habían dicho ke no podía comer todavía, pero igual, me compre unos completos y unos helados. A mi casa llegue a comer tomates.

Los exámenes confirmaron el tifus, asi ke mi tratamiento fue extendido. Estube 2 semanas con licencia. Dos semanas que pasaron volando, comiendo cualquier cosa que encontraba em mi casa, la dieta no pude seguirla.

Un viaje para recordar

Como les contaba en el artículo anterior, fue una verdadera odisea viajar a Concepción con diarrea, un viaje que no recomiendo a nadie, pero por si les toca hacerlo tomen las precauciones del caso. En fín, ese día jueves antes de tomar el bus, me acaparé de harto líquido, hice lo que tenía ke hacer en el baño y despúes de eso me tomé mi antidiarreico para evitar un mal rato en el bus, ya que nunca hay agua en los baños esos buses.

Los pasajes eran para las 11 de la noche, yo llegué a las 10:30, así que había que hacerse de ánimo hasta que llegara.
-Ojala que no me toque con ninguna minita, no quiero pasar una vegüenza de tipo flatulenta. Me pasaban esas ideas por la cabeza mientras esperaba. Con la mala suerte que tengo capaz ke me toque una mina rica.

Así que me compré dos botellas de agua mineral, la idea era pasar la fiebre y tratar de dormir algo arriba del bus.

11:10 de la noche y todavía no llega, pasaron varios buses y me estaba entrando a preocupar, hasta cuando entra al terminal la maquina que hiba a llevar a Conce. Hasta ese momento el antidiarreico se había portado bien, ni un problema, mi estomago seguía mal pero sin indicios de ir al baño. Subí, ubiqué mi asiento (salvao que me toco con un loko, estos compadres se van raja durmiendo), deje mis cosas arriba en el "portacuestiones", y a dormir también. Claro ke no alcancé a cerrar los ojos cuando una mina que se subió al último, se encontró con una amiga en medio del pasillo del bus, así que se pusieron a conversar, la amiga sentada y la mina que subió al último de pie. Bla bla bla conversaban las minas mientras el bus salía de Rancagua, yo quería puro dormir, pero al final le terminé conociendo toda la vida: que tenía una hija que estudiaba en un preu en arauco, que ella como mamá kería lo mejor pero trabajaba como secretaria en el agrosuper de Doñihue y quería un puesto mejor, ke anda con un compadre de Santiago que es vendedor y de vez en cuando la venía a ver, buuuu ya estaba ke le paraba el carro, pero como la mina estaba más o menos, mejor no. Pero más de una hora la comadre hablando, ¡Como podía hablar tanto, de donde sacaba! , pa más remate era inevitable escuchar todas las payasadas que hablaba. Y con el dolor de cabeza que tenía quería puro dormir. Finalmente a la mina se le acabaron las pilas y se fue a sentar.
¡Ahora duermo!, pero justo en ese momento me empezaron los malestares estomacales, chuuuuu aki soné. Me empece a mover de un lado pal otro del asiento, como pa ke se me pasara esa sensasión pero nada. Haa! agüita!, me tome un sorbo de agua mineral, y ahí se me pasó un poco.
¿Hum? -cuanto llevaremos? Ha pasado caleta de rato. Llevamos casi dos horas, ¿habremos pasado Talca?, trataba de mirar la ventana que tenía las cortinas cerradas, para adivinar algo, pero nada. Así ke me kede con las ganas de saber, finalmente me dí cuenta ke el bus todavía no pasaba por Talca, por lo tanto me kedaba todavía harto para llegar a ConC.

Los malestares estómacales se incrementarón, lo ke no me dejaba dormir, ademas que dentro del bus no ponían la calefacción. Tuve ke hacerme de paciencia y aguantarme no más. Hasta que finalmente el conductor se despailo y puso el aire acondicionado, eso me relajó un poko y con la agüita mineral seguía aplacando las molestias de la guata. En esas condiciones la hora pasaba super lenta, el viaje interminable.

Luego ke terminó la pelicula ke estaban dando, quedó todo en silencio. Eso me sirvió para pegarme algunas pestañadas y asi hacer el latoso viaje más corto. Hasta que finalmente llegó a Penco, alli llamé a mi hermano pa ke me estuviera esperando en el terminal de ConC. A esa altura ya me estaba aguantando pa ir al baño. Claro ke afortunadamente logré llegar al terminal sano y salvo y pude hacer tranquilo en mi casita.

lunes, 13 de noviembre de 2006

Tifus, Cólera, Hepatitis, Vibrón Paraemolitico ¿Que será?

De hace mucho tiempo ke no me enfermaba, hace años. Claro ke no cuento los típicos resfríos o los dolores de cabeza. Esta vez fue diferente, una enfermedad de tomo y lomo, de esas ke te hacen darte cuenta ke estas vivo. De esas enfermedades ke hasta la dignidad se te cae por el suelo.

¡En serio!, todo ocurrió la semana antepasada. Día Lunes, había comenzado feliz el Lunes, pensando ya en ese día Viernes que lo había pedido para viajar a Concepción. Como todo Lunes uno espera terminar luego ese día. Rogaba para ke me dieran una pauta de trabajo lejos, de forma de matar pronto el día viajando. Suerte fue la mía, ya que hubo una falla en Sewell, como queda bien retirado, partimos tempranito con un compañero a realizar nuestra labor. Pasó la mañana y nos dió la hora de almuerzo, asi que religiosamente a las 12 fuimos a almorzar. No recuerdo bien que comió mi compañero, pero lo ke yo comí no se me va a olvidar nunca más en la vida. Pedí zapallitos rellenos de mariscos. Nos sentamos a la mesa (mientras de reojo observaba si llegaba alguna niña bonita para poder hacer más placentero mi almuerzo) y nos dispusimos a comer. Yo ya a la tercera "engullida" (si literalmente eso: "engullida") del plato de fondo, noté algo raro a la comida. Ya a esa altura me había devorado la ensalada, la sopa y mi segundo vaso de jugo. Asi ke estaba muy inspirado comiendo como para dejar de lado la comida, asi ke seguí devorando esos malditos "zapillitos rellenos" que tenían un sabor raro. Claro que no alcancé a terminar de comermelos, hubo un rechazo inconciente a esos zapaillitos, así ke dejé de lado el plato y me terminé de comer mi pan. Nos levantamos de la mesa y seguimos trabajando. Al otro día, desperté afiebrado, pero sin ningún malestar anexo.

-Un resfrio, me dije.-
¡¡¡Cuando vuelva del trabajo me tomo una aspirina y un té con limón, y al otro día amanesco como avión!!!.

Pero con el trascurrir de ese día Martes, la fiebre aumentó, comenzó el dolor de cabeza. Ese día comí repoco. Todo indicaba un resfrío más o menos fuerte. Ahí es donde uno se pone a alegar solo, ke el clima, que los cambios de temperatura, que como resfriarme ahora ke viene el calor, que la ciudad tal por cual, etc, etc. Como queriendo justificar el resfrío con alguna escusa tonta. Llegué a mi casa, me compre limones, aspirina y bebida. Con harto liquido mato esta cuestión.- Seguía alegando solo. Más encima, andaba furioso por ke estando resfriado y con dolor de cabeza, no podía estudiar de noche. Mejor me acuesto temprano y mañana amanesco bien, siempre me resulta!!!, me seguía diciendo.

Ya era Miercoles, y despierto con el maldito dolor de cabeza, así ke apurado tomo el bus y trato de dormir algo en el viaje de subida. Llegando arriba informo ke me encontraba mal, así ke me mandaron hacer un trabajito liviano, pero ya no tenía vuelta... ¡El dolor de cabeza insoportable!, no hayaba la hora de irme. Pero de pronto empezó lo peor, Uuuupsss, retorsijones de guata. ¿?¿?¿?¿?¿?

Desimuladamente me escape al baño, y de ahí no me podía despegar. Me paraba un rato y me daban ganas de ir, hiba, me paraba y de nuevo volvían las ganas. Chuuuuu, ahí me entré a preocupar, en una mañana hice lo ke no había hecho en un año. ¿El resfriado raro?. Ese día llegue a puro tomar agüita, bebida y harto liquido de cualquier especie. Ya ni me acordaba de los estudios. Solo tenía en mente ke ese Jueves había prueba y no había estudiado nada. Esa noche, no pude dormir, dolor de cabeza y de guata, los dos al mismo tiempo. Insoportable, más encima pegado en el baño. Decidí ir al consultorio del barrio, nunca había ido, fui a darme una vuelta y estaba lleno, asi ke no me dieron ganas de esperar. ¡Mejor era estar en mi cama y en mi baño!.

Al otro día no fui a trabajar y partí derechamente al hospital.
- Todavía creo en la salud pública, me decía.

Esperé en primeros auxilios a ke me atendieran, la verdad es ke me entretuve un poko.

Cuando entré había un perro en la sala de espera y cuando me hicieron pasar para examinarme me puse a conversar con un viejito ke vendía hierbas medicinales y que estaba en el hospital por ke también estaba con dolores de guata.

-Hace más de 43 años ke no voy a Concepción. Me hablaba el viejito. Un viejito canoso como de unos 70 años. Mientras le tomaban la presión.
Esta cambiado, le contesté.
-Yo hiba a vender hierbas a la "vega Caupolicán", ¿esta todavia?.
Heeeee, no no ya no esta esa vega (Se notaba ke de hace años ke no hiba ese viejito por que nunca había escuchado esa vega).

En fín, nos tomaron la presión y la temperaura, y me pasaron a una salita con varias camillas a esperar al doctor, al viejito se lo llevarón a otro Box. Al lado mio había un chico que se había intoxicado con algo, ¿no sabia de que? pero estaba grave, llenos de cables y sondas y con la típica maquinita que hace "bip, bip, bip". Luego comenzó a vomitar, dejo pasada la sala a diluyente (ese que se usa en las pinturas), me quedó clarito con que se había intoxicado. Esa era mi espera por mientras llegaba el doctor. Ya el solo hecho de estar en un hospital psciologicamente me hacía sentir mejor, en realidad un autoengaño.

Ya de tanto esperar me estaba aburriendo, no llegaba nunca el doctor. Hasta que ke al fín entra en escena el facultativo. Me revisó y le conte lo ke tenia. Anotó unas cosas en la ficha clinica. Y le hago la pregunta del millon: ¿Que tengo?
Nada, usted comió una comida que le hizo mal, se va tomar este antidiarreico y le vamos a colocar una inyección de dipirona, tome harto liquido y descance.-
-¿Y no tengo nada más?
No nada.

Me pincharon y me fuí del hospital. Por lo menos con el pinchanzo se me paso el dolor de cabeza. Llamé a mi trabajo que no podía subir y le conte ke seguía en curso la petición del Viernes para viajar a Concepcion. Ese día fuí a dar mi prueba, creo ke no me fue bien, pero era mejor darla ese dia ke dar un recuperativo con toda la materia...

Luego llegué a mi casa, arregle las cosas y me preparé para ir a Concepción. Claro ke esto es otra historia, ya ke la diarrea me seguía y el dolor de cabeza había comenzado de nuevo. El desafio ke se me planteaba ahora, era como viajar en un bus más de 5 horas y con diarrea, con la esperanza de mejorarme.