lunes, 13 de noviembre de 2006

Tifus, Cólera, Hepatitis, Vibrón Paraemolitico ¿Que será?

De hace mucho tiempo ke no me enfermaba, hace años. Claro ke no cuento los típicos resfríos o los dolores de cabeza. Esta vez fue diferente, una enfermedad de tomo y lomo, de esas ke te hacen darte cuenta ke estas vivo. De esas enfermedades ke hasta la dignidad se te cae por el suelo.

¡En serio!, todo ocurrió la semana antepasada. Día Lunes, había comenzado feliz el Lunes, pensando ya en ese día Viernes que lo había pedido para viajar a Concepción. Como todo Lunes uno espera terminar luego ese día. Rogaba para ke me dieran una pauta de trabajo lejos, de forma de matar pronto el día viajando. Suerte fue la mía, ya que hubo una falla en Sewell, como queda bien retirado, partimos tempranito con un compañero a realizar nuestra labor. Pasó la mañana y nos dió la hora de almuerzo, asi que religiosamente a las 12 fuimos a almorzar. No recuerdo bien que comió mi compañero, pero lo ke yo comí no se me va a olvidar nunca más en la vida. Pedí zapallitos rellenos de mariscos. Nos sentamos a la mesa (mientras de reojo observaba si llegaba alguna niña bonita para poder hacer más placentero mi almuerzo) y nos dispusimos a comer. Yo ya a la tercera "engullida" (si literalmente eso: "engullida") del plato de fondo, noté algo raro a la comida. Ya a esa altura me había devorado la ensalada, la sopa y mi segundo vaso de jugo. Asi ke estaba muy inspirado comiendo como para dejar de lado la comida, asi ke seguí devorando esos malditos "zapillitos rellenos" que tenían un sabor raro. Claro que no alcancé a terminar de comermelos, hubo un rechazo inconciente a esos zapaillitos, así ke dejé de lado el plato y me terminé de comer mi pan. Nos levantamos de la mesa y seguimos trabajando. Al otro día, desperté afiebrado, pero sin ningún malestar anexo.

-Un resfrio, me dije.-
¡¡¡Cuando vuelva del trabajo me tomo una aspirina y un té con limón, y al otro día amanesco como avión!!!.

Pero con el trascurrir de ese día Martes, la fiebre aumentó, comenzó el dolor de cabeza. Ese día comí repoco. Todo indicaba un resfrío más o menos fuerte. Ahí es donde uno se pone a alegar solo, ke el clima, que los cambios de temperatura, que como resfriarme ahora ke viene el calor, que la ciudad tal por cual, etc, etc. Como queriendo justificar el resfrío con alguna escusa tonta. Llegué a mi casa, me compre limones, aspirina y bebida. Con harto liquido mato esta cuestión.- Seguía alegando solo. Más encima, andaba furioso por ke estando resfriado y con dolor de cabeza, no podía estudiar de noche. Mejor me acuesto temprano y mañana amanesco bien, siempre me resulta!!!, me seguía diciendo.

Ya era Miercoles, y despierto con el maldito dolor de cabeza, así ke apurado tomo el bus y trato de dormir algo en el viaje de subida. Llegando arriba informo ke me encontraba mal, así ke me mandaron hacer un trabajito liviano, pero ya no tenía vuelta... ¡El dolor de cabeza insoportable!, no hayaba la hora de irme. Pero de pronto empezó lo peor, Uuuupsss, retorsijones de guata. ¿?¿?¿?¿?¿?

Desimuladamente me escape al baño, y de ahí no me podía despegar. Me paraba un rato y me daban ganas de ir, hiba, me paraba y de nuevo volvían las ganas. Chuuuuu, ahí me entré a preocupar, en una mañana hice lo ke no había hecho en un año. ¿El resfriado raro?. Ese día llegue a puro tomar agüita, bebida y harto liquido de cualquier especie. Ya ni me acordaba de los estudios. Solo tenía en mente ke ese Jueves había prueba y no había estudiado nada. Esa noche, no pude dormir, dolor de cabeza y de guata, los dos al mismo tiempo. Insoportable, más encima pegado en el baño. Decidí ir al consultorio del barrio, nunca había ido, fui a darme una vuelta y estaba lleno, asi ke no me dieron ganas de esperar. ¡Mejor era estar en mi cama y en mi baño!.

Al otro día no fui a trabajar y partí derechamente al hospital.
- Todavía creo en la salud pública, me decía.

Esperé en primeros auxilios a ke me atendieran, la verdad es ke me entretuve un poko.

Cuando entré había un perro en la sala de espera y cuando me hicieron pasar para examinarme me puse a conversar con un viejito ke vendía hierbas medicinales y que estaba en el hospital por ke también estaba con dolores de guata.

-Hace más de 43 años ke no voy a Concepción. Me hablaba el viejito. Un viejito canoso como de unos 70 años. Mientras le tomaban la presión.
Esta cambiado, le contesté.
-Yo hiba a vender hierbas a la "vega Caupolicán", ¿esta todavia?.
Heeeee, no no ya no esta esa vega (Se notaba ke de hace años ke no hiba ese viejito por que nunca había escuchado esa vega).

En fín, nos tomaron la presión y la temperaura, y me pasaron a una salita con varias camillas a esperar al doctor, al viejito se lo llevarón a otro Box. Al lado mio había un chico que se había intoxicado con algo, ¿no sabia de que? pero estaba grave, llenos de cables y sondas y con la típica maquinita que hace "bip, bip, bip". Luego comenzó a vomitar, dejo pasada la sala a diluyente (ese que se usa en las pinturas), me quedó clarito con que se había intoxicado. Esa era mi espera por mientras llegaba el doctor. Ya el solo hecho de estar en un hospital psciologicamente me hacía sentir mejor, en realidad un autoengaño.

Ya de tanto esperar me estaba aburriendo, no llegaba nunca el doctor. Hasta que ke al fín entra en escena el facultativo. Me revisó y le conte lo ke tenia. Anotó unas cosas en la ficha clinica. Y le hago la pregunta del millon: ¿Que tengo?
Nada, usted comió una comida que le hizo mal, se va tomar este antidiarreico y le vamos a colocar una inyección de dipirona, tome harto liquido y descance.-
-¿Y no tengo nada más?
No nada.

Me pincharon y me fuí del hospital. Por lo menos con el pinchanzo se me paso el dolor de cabeza. Llamé a mi trabajo que no podía subir y le conte ke seguía en curso la petición del Viernes para viajar a Concepcion. Ese día fuí a dar mi prueba, creo ke no me fue bien, pero era mejor darla ese dia ke dar un recuperativo con toda la materia...

Luego llegué a mi casa, arregle las cosas y me preparé para ir a Concepción. Claro ke esto es otra historia, ya ke la diarrea me seguía y el dolor de cabeza había comenzado de nuevo. El desafio ke se me planteaba ahora, era como viajar en un bus más de 5 horas y con diarrea, con la esperanza de mejorarme.

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